Muchas veces en la vida resultamos haciendo un montón de cosas para obtener un objetivo/resultado.
Sin embargo cuando nos ponemos a pensar detalladamente, nos damos cuenta que en muchas ocasiones hay un camino mucho más corto y rápido para lograrlas.
Hace poco tuve una conversación con un empresario (un abogado para ser más exactos) que estuvo leyendo un poco de marketing digital y tenía una lista de lo que debía hacer para darse a conocer en internet:
- Tener una página de facebook y subir contenido allí
- Tener un canal de youtube y grabar 1 vídeo cada semana
- Tener una cuenta de instagram y subir contenido de forma diaria
- Tener twitter y publicar un tweet a diario
- Tener una cuenta de pinterest y publicar a diario
- Tener un blog y publicar mínimo 1 vez a la semana
Y sabiendo bastante de marketing digital me di cuenta que muchas veces el resto del mundo nos complica la vida, y muchas veces nosotros mismos nos la complicamos.
El resultado del ejemplo anterior es “darse a conocer por internet y atraer más clientes” NO es “Estar en todas las redes sociales”… Muchas veces confundimos el método con el objetivo.
Así que si él define su cliente ideal, luego vamos a determinar cuál es la red social más conveniente (solo 1 en vez de 6) y va a publicar allí constantemente… así que se va a simplificar la vida y va a lograr el resultado.
La fórmula es bastante sencilla:
- Define qué quieres (objetivo claro)
- Encuentra el camino más simple para ti que te lleve allí
- Toma acción sobre ese camino
- Disfruta del resultado
¿Lo ves? es bastante simple 😉
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